Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


lunes, 18 de octubre de 2010

Librrrrrrrre.


Los suspiros… dicen que son el aire que regalas, la llamada a la esperanza, la búsqueda de un nuevo color. Llenan, te vacían, cambian las notas en tu interior.
Yo te invito a que te pierdas en el camino de la desilusión, para que veas, para que sientas, el peligro de un error. Miles de caminos te llevarán ahí, pero tú, tú y todo lo que eres te sacará de ese lugar, donde cuando te encuentras, significa, que estás un poco más cerca de la felicidad.
Y cuando la boca te sepa a una amarga decepción, sube las escaleras del edificio más alto de Nueva York. Colócate frente a la más bella puesta de sol y repite, grita después de mí:


¡SOY LIBRE!

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