Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


martes, 26 de octubre de 2010

C'est la vie.

¡HOY ME SIENTO BIEN!

Hoy quiero gritar que me siento bien, que me siento con fuerzas, que nadie puede hacerme daño, nadie. Estoy llena de armas que a cualquiera puedo fulminar si se acercan más de lo debido. Hoy por mi felicidad, ma-to.

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