Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


lunes, 15 de noviembre de 2010

Sumamente estúpida.

La que puedes armar en un momento.
Eliges dos palabras, dos palabras que lo mandan todo a la mierda: tengo dudas.
Las dices, ¿por qué?¿por qué llevas un día malo y no sabes con quien pagarlo? Puede ser, pero mientras las dices, no eres consciente del daño que puedes hacer a la otra persona, sí, a la que de verdad te quiere. Cuanto te das cuenta de lo que has echo, ya es tarde, ya no hay vuelta atrás, el daño ya está echo, y ahora toca arreglarlo. ¿Cómo? Con un ''perdón, no me hagas caso'', ''ignorame''.. Tarde, amigo, tarde.
Ahora te das cuenta de lo que haces mal, de tus fallos, y es cuando te dices ''de los errores se aprende'', pero yo, que soy sumamente testaruda, vuelvo a los mismos fallos, y siempre, los vuelvo a cometer, de igual manera, o peor.
Voy a dedicarte otras dos palabras, te amo.

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