Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


lunes, 22 de noviembre de 2010

“Para saber decir yo te amo, primero hay que saber decir Yo”

Esta frase es la base de lo que AYN Rand denominaba el Egoismo Razonable, la necesidad de pensar de vez en cuando en uno mismo para conseguir el equilibrio personal. La necesidad de hacerte valer, para que los demás te valoren, de tener la valentía de mostrar tus sentimientos sin juzgar y sin miedo a ser juzgado. De defender como de verdad es uno por encima de lo que piensen los demás, la necesidad de ser simplemente feliz sin dar explicaciones a nadie, sean cuales sean las consecuencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario