Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


domingo, 9 de enero de 2011

Imagine.

-Hoy no me encuentro muy bien..
+¿Qué te pasa?
-Que todo es imposible para mí..
+Nada es imposible, y te lo voy a demostrar. Tumbate, apagaré la luz y se sentaré a tu lado, cierra los ojos y deja la mente en blanco, que te voy a contar una historia. Confía en mí.
-Trato hecho.
+Era sé una vez una niña que deseaba volar para distraerse un poco de su rutina, para volar a u lugar donde poder desahogarse. Se puede decir que esta chiquilla era bastate soñadora, ¿verdad?
-Sí..volar es imposible.
+No lo llames imposible. El caso esque una noche, mientras dormía, notó un pequeño escalofrío que la hizo despertarse. Se levantó a cerrar la ventana, pero hubo algo que no la dejó volver a la cama, una diminuta lucecilla que voloteaba por su cuarto. Era un hada. La dijo que si queria volar que cerrara los ojos y le pusiera mucho empeño. Lo intentó una vez y nada, dos, tres veces más, y no volaba. Pero o se rindió y siguió intentandolo hasta que lo consiguió, voló.
Desgraciadamente, solo es un cuento.
-¿Qué quieres decir con todo esto?
+Que si de verdad deseas conseguir algo, ponle empeño y no te rindas nunca.


No hay comentarios:

Publicar un comentario