Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


lunes, 31 de mayo de 2010

Sé muy bien lo que te cuento. Tú aún vas, yo ya he vuelto, si algo me ha enseñado el tiempo, es que es mejor ser sincero.
Ya no más rompecabezas, me da igual que no lo entiendas y no busques la respuesta, que no la sé.
Que no quiero saber lo que hiciste ayer y que no quiero saber lo que pienses despúes, empieza a pensar, que tan solo serás el punto que ahora cierra la cuenta.

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