Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado lo motivos en lo últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado. Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos ocuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido. Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión. El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme.


lunes, 26 de julio de 2010

A p r o x i m a c i ó n #

# Somos dos, para qué queremos más, pensabamos antes de matarnos. Ibamos hacia el cielo y al compás, sabrá Dios que pudo soltarnos. Ardió el colchón donde tú y yo, mojamos nuestros flacos huesos secos, tiritando y un amor tan prieto y dulce como no pensé que habría algo tan dulce en tu voz. .
Y esto es sólo una aproximación, sólo una aproximación, sólo una aproximación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario